sábado, 11 de septiembre de 2010

ubipitiyublá. 11092010

Cuando las lágrimas se mezclan con las gotas de la ducha, y el sufrir se hace irreconocible. Al salir solo huellas de amor resquebrajadas invaden pensamientos oscuros de insatisfacción, el alma pesa, y las cortinas de color verdoso simplemente no se corren. Finalmente te ahogas con el vapor sofocante de tus propios dolores, envenenando el alma. Último suspiro y abriste la ventana, miraste por ella y viste al cuervo, serio, trepando las ventanas del jardín azulado.

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